martes, 15 de mayo de 2012

De "perroflautas" y la verdadera democracia

Ayer leí en cierto periódico una serie de afirmaciones sobre el 15-M totalmente contrastadas (como procede en todo buen periódico) que dejaban al descubierto este movimiento.
Todas las críticas (constructivas, eso sí), se resumían en tres:
- No hay tantos "indignados" como se quiere hacer ver; en realidad, son muy pocos.
- Estos cuatro gatos son, o radicales de izquierdas, o perroflautas antisistema.
- Estos perroflautas actúan como los sistemas totalitarios; si creyeran en la democracia, votarían y sanseacabó.

Y ante tanta lucidez en el uso de la razón, no he podido evitar calentarme la cabeza con reflexiones varias.
En una democracia, ¿el individuo sólo puede quejarse en las urnas y en el bar de la esquina -o en las redes sociales o en el blog-?
¿Cuáles son los procedimientos para cambiar las cosas? Si no estoy de acuerdo con el bipartidismo existente o siento que los grupos políticos no me representan, ¿qué debo hacer? ¿Fundo un nuevo partido -algo bastante complicado para el común de los mortales-, me abstengo en las elecciones, voto en blanco o voy a la puerta del parlamento a quejarme?
Si en las últimas elecciones no ganó el PP ni el PSOE, sino la abstención, y esto no provoca ninguna reacción en el gobierno ni en los partidos mayoritarios, ¿cuál es la solución? ¿Seguir votando a unos partidos en los que no creemos y que se sigan repartiendo el bacalao o no votarles y que se repartan el bacalao del mismo modo? Con la actual ley electoral, que al final hace prevalecer el voto "útil", ¿realmente están representados los ciudadanos? Y lo más importante: un sistema viciado con el bipartidismo y todos los males que conlleva, ¿puede ser cambiado, puesto que estamos en democracia?¿Cómo hacerlo, si a los que están en el poder y al mayor partido de la oposición no les interesa este cambio? Pues votando a otro partido, me dirá alguno... Pero si con el actual sistema electoral es como si el voto cayera en saco roto, ¿no es el pez que se muerde la cola?
¿La Democracia no es el poder del pueblo? ¿No debería el pueblo poder cambiar un sistema injusto? ¿Cómo convocar un referéndum? ¿Pidiendo firmas de casa en casa?
Y con esta situación, ¿no es el mejor ejercicio de la democracia salir a la calle?
¿No es para indignarse?
El que no sea perroflauta que levante la mano.


2 comentarios:

  1. Yo no fui a votar precisamente porque estoy más que indignado y dejé de creer en la farsa corrompida que han creado esta gentuza, que lo único que han hecho es poner la democracia al yugo y servicio de su interés personal.

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    1. Así estamos muchos, Miguel Ángel. Parece ser que son lentejas: o lo tomas o lo dejas. O te amoldas al sistema y pasas por el aro, o te abstienes, y entonces sí, te tachan de antidemócrata ("con todo lo que hemos luchado por la democracia y tú no vas a votar!!"), como si no hacerlo no fuera un derecho igual de legítimo de manifestar tu descontento.

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